El Casco Antiguo está repleto de calles estrechas y zigzagueantes propias de un trazado urbano islámico, coronado por un Castillo.
Destaca además por su museo de arte contemporáneo, cuyo fondo artístico cuenta con unas 500 obras. Mención especial para su deliciosa gastronomía, su aceite de oliva y sus vinos.