Con la llegada del frío empieza la época de encender chimeneas, estufas y barbacoas.
El fuego ofrece un calor muy agradable y reconfortante que invita pasar horas descansando, leyendo un libro o simplemente observando cómo se van consumiendo los troncos poco a poco.
Cocinar al fuego de leña es una técnica de cocina ancestral, la más antigua de las empleadas por el hombre cuyo descubrimiento supuso un hito fundamental en nuestra evolución. La cocción de los alimentos permitió una mejor y más rápida digestión de los alimentos así como una mejorar en el sabor y la textura. Además, el fuego se convirtió en un elemento importante para las relaciones sociales pues permitía alargar el día y favorecía las reuniones familiares y el intercambio de historias influyendo en la comunicación y el desarrollo del lenguaje.
Más de 500.000 años después, seguimos con esta maravillosa tradición que permite preparaciones muy sabrosas de una infinidad de alimentos como carnes, pescados, mariscos y verduras. Los meses de invierno ofrecen productos de temporada deliciosos e ideales para cocinarlos al calor del fuego de leña.
Desde apartamentos Tamarindos hemos querido hacer una recopilación de diferentes productos de proximidad y de temporada que pueden encontrarse en cualquiera de los mercados situados en Peñíscola y poblaciones cercanas como Benicarló o Vinaròs.
Alcachofas de Benicarló (denominación de origen protegida desde 1998).
Destacan por su forma chata y compacta, y por su peculiar hoyuelo. La temporada va de octubre a junio.El cultivo de la alcachofa es tradicional en Benicarló. El cultivo de la planta para consumo doméstico se cree que se inició en el siglo XIII.
Es un producto ideal para cocinar a la brasa, se va cociendo poco a poco concentrando su jugo y su agradable sabor en la parte de la base llamada corazón de la alcachofa. Su preparación es sencilla ya que solo requiere dar unos golpes sobre una tabla de cortar para poder razonar y aliñar con aceite de oliva virgen extra al gusto de cada comensal. Una vez razonadas, se introducen en una parrilla especial que permite introducirlas y cocinarlas al fuego de leña o a la brasa.
Nuestra recomendación a la hora de comerlas, es colocar la alcachofa sobre una hogaza de pan de payés de nuestra zona e ir degustando hoja a hoja. Una vez llegamos al corazón de la alcachofa, untamos un poco de alioli y nos lo comemos junto con la hogaza de pan que estará impregnado con el jugo y el aceite que habrá dejado la alcachofa.
¿Su sabor? ¡Un auténtico placer imposible de describir en palabras!
Pimiento rojo
Aunque hay algunas variedades que se recolectan en septiembre, la temporada de pimiento rojo (es decir, el mejor momento para su consumo) es entre octubre y junio.
Para su elaboración limpiamos y secamos los pimientos, los embadurnamos con un poco de aceite de oliva virgen extra de Castellón mientras se va preparando la brasa. Es importante que la brasa sea abundante.
Introducimos los pimientos a unos 5 cm de las brasas aunque también se pueden cocinar directamente al fuego pero requiere estar pendiente para no pasarse de cocción. Iremos dando la vuelta para que se vayan cociendo de manera homogénea con cuidado para no perder su jugo interior. Cuando veamos que el pimiento está listo lo colocaremos en una olla y la taparemos para que acaben de reposar.
No os asustéis si veis que quedan completamente negros ya que cuando se hayan enfriado les quitaremos la piel (a ser posible sin agua para evitar desechar el jugo que desprenden). Una vez pelados colamos el jugo que ha quedado en la olla, lo colaremos y se lo añadiremos a los pimientos. Se pueden servir en aceite con un poco de bacalao, atún o hacer una escalivada añadiendo un poco de berenjena…
Calçots
La temporada de calçots, propiamente dicha, va de noviembre a abril, siendo su período de máximo consumo durante los meses de enero, febrero y marzo.
Existen varias maneras de cocinarlos hay quien los hace con un alambre, hay quien los hace con parrillas, y hay quien los hace a la brasa. Incluso se pueden hacer en el horno, una técnica que no es muy práctica para hacer una calçotada tradicional, pero que da unos resultados espectaculares.
Como ya debe saber todo el mundo, los calçots se hacen con llama. La leña que idealmente deberíamos hacer servir es el sarmiento, aunque también salen muy buenos haciéndolos con otros tipos de leña. Si nos esforzamos, podremos detectar el cambio de sabor si se hacen con sarmientos.
Para hacerlos a la brasa deberemos colocar cuidadosamente los calçots en una parrilla para que encajen bien y poder poner la mayor cantidad posible, dado que para una calçotada con amigos deberemos repetir la operación unas cuantas veces. Se les va dando la vuelta a medida que la piel exterior se va ennegreciendo. El momento óptimo para retirarlos es cuando empiezan a sudar, es decir, empiezan a desprender el agua de su interior. Aquí no acaba la cocción, pues al retirarlos del fuego es importante envolverlos bien en papel de periódico y dejarlos reposar para que se acaben de cocer y se mantengan calientes antes de su consumo.
En mitad de la temporada de calçots, el último domingo de enero, se celebra en Valls la Fiesta de la Calçotada, a partir de este momento se dispara su consumo. Sería algo así como «el inicio de la temporada alta».
Pescado
Es una muy buena opción para cocinarlos a la brasa. El pescado blanco y azul, en todas sus variedades, y el marisco pueden degustarse en todo Castellón. En nuestras lonjas podemos encontrar los productos más frescos que llegan a diario en barcas.
Para cocinar el pescado a la brasa tratamos de elegir un pescado óptimo para ello. Cuando hacemos un pescado a la brasa, el fuego funde la grasa del producto. Los pescados que mejor resultados dan son los más grasos. Como el rodaballo, corvina, , sardinas o gallo san pedro.
No retiramos la piel ya que protegen a la carne del fuego y se convierten en una protección natural que hay que respetar. Cocinamos el pescado de fuera hacia dentro. Una de las claves más importantes es que necesitamos mucha potencia de brasa para que el pescado comience a cocinarse desde fuera hacia dentro.
Hay que controlar la intensidad de la brasa ya que si se encuentra demasiado fuerte corremos el riesgo de quemar la piel.
Cuando cocinamos un pescado a la brasa durante el tiempo que el producto se encuentra en el fuego hay que darle varias vueltas. Las vueltas debemos realizarlas con mucho cuidado para evitar romper la piel.
Carne
En la provincia de Castellón un plato tradicional es la carne a la brasa, en especial el cordero, que pasta en lugares en los que abundan las hierbas aromáticas; el ganado vacuno que se cría en las zonas de interior, la carne de conejo del Maestrat y la caza. Las clásicas chuletas braseadas o el jugoso ternasco acompañados por allioli son platos para cualquier época del año.
La tradicional matanza del cerdo, celebrada en enero, era antiguamente la base del sustento de las gentes del interior de la provincia. Todavía hoy tiene lugar en muchos hogares siendo todo un ritual y punto de partida de muy variados platos.
En Tamarindos tenemos preparadas las instalaciones para que no te quedes con las ganas. En la barbacoa, tienes las rejillas para asar y si necesitas una paellera, te la prestamos. Disfruta de una comida en la zona de picnic bajo la magnífica sombra de nuestras higueras.
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