A los pies del Castillo del Papa Luna se encuentra el emblemático faro de Peñíscola, una de las joyas más destacadas de la ciudad. Con su distintivo estilo marinero y una altura de 11 metros, este faro es un símbolo de navegación y guía para los marinos que surcan las aguas cercanas.
Su presencia en este lugar estratégico añade un aire de encanto y misterio a la pintoresca ciudad costera.