La Costa del Azahar, situada en la provincia de Castellón, es uno de los destinos más auténticos del litoral mediterráneo. Con la llegada del otoño, el ritmo baja, las temperaturas siguen siendo agradables y los paisajes recuperan su calma habitual.
Más allá de las playas, esta costa esconde pueblos con encanto, espacios naturales poco conocidos y experiencias que se disfrutan mejor sin prisas ni calor.
Desde Apartamentos Tamarindos Peñíscola, te proponemos una selección de lugares que vale la pena descubrir si buscas desconexión, autenticidad y mar todo el año.
1. Vinaròs: historia, paseo marítimo y sabor a mar
A solo 15 km al norte de Peñíscola, Vinaròs es una ciudad viva durante todo el año. Puedes recorrer su paseo marítimo, adentrarte en su centro histórico o sentarte a comer junto al mar. Su gastronomía está basada en productos del mar como su famoso langostino.
2. Benicarló y su mercado local
A un paso de Peñíscola, Benicarló mantiene ese ambiente de pueblo costero donde todavía se compra en el mercado. Fruta, verdura, pescado recién traído… Y si viajas en invierno, encontrarás la alcachofa de Benicarló, producto local con denominación de origen.
3. Rincones de la Sierra de Irta desde Alcossebre
Aunque Alcossebre es más conocido como destino de verano, en los meses de otoño se convierte en una zona tranquila perfecta para explorar el Parque Natural de la Sierra de Irta desde el otro extremo. Desde la zona de Les Fonts o la ermita de Santa Lucía, puedes hacer rutas sencillas con vistas al mar y sin apenas cruzarte con nadie. Una forma diferente de conocer este paraje natural desde otro acceso menos frecuentado.
4. Ruta Vía Verde del Mar (Benicàssim – Oropesa)
La Vía Verde del Mar, entre Benicàssim y Oropesa, es un antiguo trazado ferroviario reconvertido en camino peatonal y ciclista. Un recorrido perfecto para hacer en bici o caminando en otoño. La antigua vía del tren se ha convertido en un sendero con vistas al mar, túneles y miradores. Ideal para disfrutar de la costa sin prisas ni calor.
5. Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca
Si te apetece algo diferente, este humedal protegido entre Torreblanca y Cabanes es ideal para pasear, hacer fotos o simplemente disfrutar del silencio. Es un refugio de aves migratorias y fauna local. Otoño es buena época para observar aves y ver cómo cambia el paisaje sin salir del entorno mediterráneo
6. Morella: una joya en el interior
Aunque no está en la costa, Morella, si te apetece una excursión de día es una buena opción. Está a poco más de una hora de Peñíscola y es uno de los pueblos más bonitos de España. Su castillo, murallas y gastronomía tradicional lo convierten en un plan ideal para el otoño.
7. Grao de Castellón: vida junto al puerto
El Grao, la zona del puerto marítimo de Castellón, ofrece un paseo frente al mar, restaurantes donde se come buen pescado y un planetario junto a la playa. No es un destino turístico típico, y quizás por eso tiene ese punto auténtico que apetece en esta época del año.
8. Peñíscola sin multitudes
En otoño, Peñíscola recupera su ritmo pausado. El casco antiguo se recorre con calma, el castillo se puede visitar sin colas y el paseo junto al mar invita a desconectar. Además, entre octubre y noviembre Peñíscola acoge rutas guiadas y diferentes actividades.
9. Relax frente al mar en Apartamentos Tamarindos
A veces, el mejor secreto está en el lugar donde te alojas. En Apartamentos Tamarindos, disfrutarás de un ambiente familiar, jardines cuidados, acceso directo a la playa y un entorno perfecto para desconectar en otoño, lejos del ruido y del turismo masivo.
Un otoño diferente en la Costa del Azahar
Ya sea para una escapada de fin de semana o unas vacaciones tranquilas, en otoño la Costa del Azahar revela su lado más auténtico: pueblos con historia, espacios naturales, mar y calma.
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